miércoles, 29 de febrero de 2012

22:43

Lento pasa el tiempo a los ojos de un payaso enfermo;
enfermó de melancolía al saberse siempre eterno.
Las risas, su combustible otrora,
ahora son zumbidos trémulos incrustados en sus recuerdos.

Pasa rápido el tiempo a los ojos de un poeta casi muerto,
la tinta se ha derramado en la última tílde
de una letra compleja que no embonaba en un soneto;
el último fraseo en papel de un hombre triste.

domingo, 26 de febrero de 2012

Ojos de Psicopata Cansado.

Ahora tomo un poco de calma y pienso en mandarte a un lugar eterno.
Mi mirada te desnuda y mi boca que vuelve a vestir.
No hay aroma más embriagante que el de tu cuerpo al sentirse nervioso.
Los ojos serenos, con un toque de espada te hace trizas sin parpadear.
A bajar la guardia en pos de una mirada asesina, en pos de las reacciones por mi mirada intranquila

jueves, 23 de febrero de 2012

El sueño del perro.

Diario sueño con un perro vigilando la puerta de mi recámara.
Baja la mirada sólo cuando se debe mordisquear la pierna.
Nada le perturba, ni un hueso que se mosquea a lado suyo.

Hoy vi a ese perro cuando caminada por una calle sucia, de esas que tienen charcos y autos chatarra abandonados. Pasé a lado suyo y me miró atento, como si supiera que era el protagonista de mi sueño recurrente. Nunca había visto a ese perro en el vecindario, y que quede claro que soy uno de esos vagos que las amas de casa detestan con el simple hecho de verle caminar por la calle con la mirada puesta en el suelo, la barba crecida y mis pantalones de tres días. A diferencia del perro, yo no vigilo a nadie, observo, sí, sus modos de vida y sus alardes. Pero vigilar no es lo mio; lo mio es intentar pasar desapercibido, ser la sombra efímera de algo o alguien.

Pero no lo he conseguido. En mi sueño, el perro mira atento la puerta de mi recámara y sólo pierde esa postura serena e imponente cuando me mira salir, y decepcionado, da la media vuelta y se va a no sé que parte de mi sueño.

viernes, 17 de febrero de 2012

Letras Muertas.

Vagabundo cargando su casa en las espaldas.
Vagabundo que sueña encontrarse sin reconocer a su anterior.
Vagabundo cargando sueños y desfases.
Vagabundo errante, errante en el suelo, errante en el sabor.